Es bastante habitual confundir los términos de usabilidad web y experiencia de usuario cuando se empieza a desarrollar un proyecto online. Aunque son términos que están muy relacionados, deben ser comprendidos de manera independiente para no confundirlos.
Ambos conceptos tienen mucha importancia, tanto en cómo perciben los usuarios una marca en Internet, como en el posicionamiento web.
Por ello, en el post de hoy quiero contarte cuáles son las diferencias principales entre la usabilidad y la experiencia de usuario, así como de qué manera debes trabajar cada concepto para optimizar tu web al máximo.
Definición de ambos conceptos
Lo primero que debes tener claro es qué significa cada concepto y qué aspectos de una página web se incluyen en los mismos.
“La Usabilidad Web tiene que ver con la calidad de una web en cuanto a lo fácil o difícil de utilizar que resulte.”
“La Experiencia de Usuario tiene que ver con la emoción y conexión producida en el usuario tras navegar por un sitio web.”
Es decir, el primer concepto es el que define si tu página web es fácil de manejar, mientras que el segundo es un concepto que engloba todo lo relacionado con la interacción del usuario con una web.
Te lo muestro visualmente en la siguiente ecuación:
¿Cómo optimizar la usabilidad y experiencia de usuario?
En este punto, veremos qué aspectos han de trabajarse para hacer más sencilla y agradable la navegación dentro de una web para que, así, todos los usuarios salgan con una experiencia satisfactoria de ella.
Aspectos para potenciar la usabilidad web
Para mejorar la usabilidad de tu web, debes cuidar todos los aspectos que faciliten el acceso a la información. Es decir, preocúpate por:
- La accesibilidad: Todas las personas deben poder utilizar tu web, por eso es importante optimizar los títulos ALT, la visibilidad en dispositivos móviles, etc. Además, se deben reducir el número de clics en cada proceso.
- La priorización de la información: La información más relevante debe ser de fácil acceso y estar en la parte superior del scroll o en las primeras páginas de navegación.
- Las llamadas a la acción: El usuario debe saber qué hace cada botón y cómo llegar al siguiente paso.
- Los colores estandarizados: Debe haber una coherencia en las tonalidades. Por ejemplo, todos los enlaces deben utilizar el mismo color y ser diferente al del texto destacado para dejar claro qué es un enlace y qué no.
- La compatibilidad con navegadores: La web debe estar disponible para diferentes navegadores y dispositivos.
- Los menús sencillos: Es necesaria la sencillez en la navegación, y un menú sencillo y conciso es básico para ello.
Aspectos para mejorar la experiencia de usuario
Se trata de la suma de varios conceptos que describen la experiencia global de un visitante al interactuar con tu web, por lo que conocer bien cómo funciona este concepto es lo que marca la diferencia.
Entre sus aspectos que debes cuidar, están:
- La analítica web: Saber dónde abandonan la visita te ayudará a mejorar la web.
- La segmentación de contenidos: Analizar qué les gusta y cubre sus necesidades.
- La originalidad: Aportar contenido original y nuevas ideas.
- El diseño: El contenido también hay que presentarlo con un diseño bonito.
Conclusión
Como hemos visto en este breve y conciso post, la experiencia de marca en Internet se genera mediante la combinación perfecta entre la utilidad, usabilidad y deseabilidad de tu web.